La nigromancia o necromancia es una rama de la magia, considerada generalmente negra, que consiste en la adivinación mediante la consulta a los muertos y sus espíritus o cadáveres.
La nigromancia es del Arte que se dedica al estudio de la muerte, y se centra en el control de los muertos (ya sea en ayudarse con ellos, como el control psíquico de la materia muerta o espiritual).
La nigromancia o negromancia es la disciplina o rama de la adivinación que se dedica al vaticinio del futuro mediante la invocación de espíritus, es un práctica antigua común a la tradición mística o sobrenatural de varias culturas, entre ellas la egipcia, mesopotámica, persa, etc. Manifestandose aún en la actualidad, las sesiones espiritistas en las que se busca responder preguntas mediante la intervención de un espíritu son un ejemplo de nigromancia moderna.
El nigromante es un tipo de mago figura habitual de literatura fantástica y algunos juegos de rol como argumento de fuerza. En muchas ocasiones se dice que los Vampiros tienen facultades nigrománticas.
Nigromancianecromancia con cruce del latín niger ´negro´) Práctica mágica que consiste en la adivinación del futuro por medio de la invocación de los muertos: es un experto en nigromancia que puede decirte qué te ocurrirá en la vida a través de la comunicación con miembros de tu familia ya fallecidos. Conjunto de prácticas mágicas para invocar a las fuerzas del mal y, especialmente al diablo y conseguir con ello determinados fines: algunas tribus caribeñas practican la nigromancia.
Esta poderosa escuela de magia agrupa a los conjuros que tratan con la muerte y los muertos. Estos conjuros drenan la vitalidad de las criaturas vivas y restablecen las funciones vitales de las criaturas no vivas. Huesos, sangre, espíritus y apariciones están asociados con las energías mágicas modeladas y controladas por los especialistas de esta escuela. Los necromantes exhiben una fascinación hacia la vida y la muerte que a veces bordea la obsesión. Típicamente son meditativos, serios y retraídos. Los amigos casuales les consideran fríos y hostiles, pero aquellos que se hacen realmente amigos de un necromante pueden llegar a conocerles como individuos complejos y preocupados (a veces) por los demás, cuyas emociones van muy por dentro.
La exposición continua a fuerzas asociadas con criaturas muertas vivientes puede tener (y tiene) un efecto corruptor sobre hechiceros con incluso la más ligera inclinación hacia el mal. En consecuencia el número de necromantes de alineación malvada supera con mucho al de aquellos de alineamiento bueno. Los necromantes neutrales son virtualmente inexistentes; en general, un necromante o bien ya posee una voluntad lo bastante fuerte como para resistir la atracción de la oscuridad, o se somete a la corrupción y se dedica a una vida de maldad. Ser amigo de un necromante pondrá a prueba la paciencia incluso de los personajes más comprensivos. Puesto que los nigromantes prefieren la soledad a la compañía, y el silencio a la conversación, no es de extrañar que pocos de ellos estén casados: el mejor compañero o compañera para un necromante es otro necromante.
Los necromantes no solo esgrimen un poder sin paralelo, sino que su familiaridad con las fuerzas oscuras del mundo les convierte en virtualmente sin miedo. Por otra parte, para pesar de más de un líder, un nigromante no siempre sigue las órdenes automáticamente; si está en desacuerdo con la estrategia de su grupo puede simplemente actuar por cuenta propia.
Viven tan lejos como pueden de las regiones civilizadas, y establecen sus residencias en antiguos castillos, profundas cavernas o incluso criptas abandonadas. Pasan la mayor parte de su tiempo dedicados a arcanas investigaciones, leyendo, estudiando y escribiendo.
El nigromante no exhibe mucha fuerza mágica hasta que alcanza los niveles más altos; sin embargo una vez gana acceso a esos conjuros más poderosos, sus capacidades se incrementan a una gran velocidad. Solo necesita vivir lo suficiente para llegar hasta allí
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